The Good and Bad

By Maria Pandil

crop unrecognizable female psychologist and patient discussing mental problems during session — Photo by SHVETS production on Pexels.com

The Good and Bad

In a very beautiful town, like those places taken from fairy tales, lived two very different women in their way of thinking, relating to people and even how they dressed. Although both were dreamers, each had a great impetus what characterized them.

One of them, with her elegant demeanor, always wanted the best for everyone. The other, on the other hand, was a poorly dressed person with all the anger inside her, that was reflected on her face. As if she had suffered something not very pleasant in her life.

They worked in the same place, as well as with other people. The good woman always made that bad woman see her mistakes, but since the bad woman didn’t like being corrected, she always got upset. She spent time doing evil to whoever she wanted, because the evil one felt she had a lot of power.

One day, the wicked witch put a spell on the good woman, Rosalia. The innocent woman fell ill, to the point of having to go to be cured with one of the spiritual healers. Who, through supernatural rituals, remove evil from the body of bewitched people.

When the helpless woman was preparing for the meeting with the spiritual healer, she made an appointment for a Friday or Tuesday, since those were the days in which she could get rid of the evil demons, that were stalking the good woman.

Very early on Friday, the afflicted woman attended the Curandera’s house, as well as on Tuesday and Friday of the following week. As that would be the last day for healing session. After the ritual, the spiritual healer handed the woman the artifacts, with which she had cured her, and told her. Look, arriving at your house, light the stove, place on the flames, all the things with which I have cured you with. Also you need to add 10 ears of corn and 40 dried red bird’s beak chilies, and let all that burn.

On Monday when you get to work, you will find out who the bad person was that harmed you, putting a spell on a food or a drink that she herself gave you.

Thus, that Monday, the bad woman called Rosalia to her presence, and what would be the surprise of the good woman, who saw her boss with red eyes, it seemed as if she had seen the same angry demon with a desire to continue hurting whoever gets in her way.

The spiritual healer says, “that evil returns and that is why the bad woman had red eyes, as if the chili had caused the redness. The curious thing was that the good woman did not perceive the aroma of the hot chili, at the moment in which she burned everything that had been used to remove the evil”.

The good lady recovered and did not want to work in that place anymore, because of what she had experienced with that bad person.

Rosalía dedicated herself to taking care of her children, she took them to school, and taking care of her house. She forgot that nightmare and lived very happily with her three children.

Written by Maria Pandil

In Spanish

El Bien y Mal

En un pueblo muy bonito, como de esos lugares sacados de los cuentos de hadas, vivían dos mujeres muy diferentes en su forma de pensar, relacionarse con las personas y hasta de cómo se vestían. Aunque las dos eran soñadoras, cada una tenía un gran ímpetuo que las caracterizaba.

Una de ellas, con su porte elegante, siempre quería lo mejor para todos; en cambio, la otra, era una persona mal vestida y con toda una ira en su interior que se reflejaba en su cara como si hubiese sufrido algo no muy grato en su vida.

Ellas trabajaban en el mismo lugar, al igual que con otras personas. La mujer buena siempre le hacía ver sus errores, a esa mujer mala, pero como a la mujer mala no le gustaba que la corrigieran, ella siempre se molestaba. Ella se pasaba haciendo el mal a quien le daba la gana, porque la malvada, se sentía con mucho poder.

Un día, la bruja malvada hechizó a la mujer buena, Rosalia. La inocente mujer cayó enferma, al grado de tener que ir a curarse con una de esas personas que, por medio de rituales sobrenaturales, retira el mal del cuerpo de la gente embrujada.

Cuando la desvalida mujer estuvo preparada para el encuentro con un sanador espiritual, ésta la citó para un día viernes o martes, ya que esos eran los días en los que ella podría deshacerse de los demonios malignos que acechaban a la pobre mujer.

El viernes, muy temprano, la afligida mujer asistió a la casa de la curandera, así como el martes y el viernes de la siguiente semana, pues sería el último día o sesión de curación. Después del ritual, la anciana le entregó a la mujer los artefactos con que la había curado, y le dijo: ´´Mira, llegando a tu casa enciende el fogón, coloca en las brasas todas las cosas con las que te he curado, pero a eso le agregas 10 mazorcas de elote y 40 chiles pico de pájaro rojos y secos, y deja que todo eso se queme.

Y el día lunes que llegues a trabajar, te darás cuenta quién fue la persona mala que te dañó, poniendo un hechizo en un alimento o en una bebida que ella misma te obsequió´´.

Así, ese lunes, la mujer mala llamó a Rosalía a su presencia, y cuál sería la sorpresa de la buena mujer, que vió a su jefa con los ojos rojos, pareciera como si hubiera visto al mismo demonio muy enfurecido con unas ganas de seguir haciendo daño, a quien se le atravesara en su camino.

Decia el sanador espiritual,”que el mal se regresa y que por eso la mala mujer tenía los ojos rojos, como si el chile le hubiese provocado ese enrojecimiento.Lo curioso fue que la mujer buena no percibía el aroma del chile picante, en el momento en que quemó todo lo que se había usado para sacar el mal.”

La señora buena se restableció y ya no quiso trabajar más en ese lugar, por lo que había experimentado con esa persona mala.

Rosalía se dedicó a cuidar a sus hijos, los llevaba a la escuela, y atender su casa. Ella olvidó esa pesadilla, y vivió muy feliz con sus tres hijos.

Written by Maria Pandil